Eso es lo que puede ocurrir como consecuencia de la suspensión, realizada este martes, del suministro de gas que da Colombia a Venezuela.
Se trata de una medida «temporal» de prevención impulsada por el gobierno colombiano para -según dijo- garantizar sus reservas de gas en caso de necesitarlas como consecuencia de El Niño, un fenómeno meteorológico que se cree azotará al país en los próximos meses.
Mientras tanto, en Venezuela dejan de contar con un suministro de gas que, sin bien representa apenas 3% del consumo interno venezolano, resulta importante para un país que hoy en día sufre por la falta de disponibilidad del combustible en algunas regiones, sobre todo aquella a donde llegaba el gas colombiano: el estado de Zulia, cuya capital es Maracaibo.
«Acá somos la ciudad más fría porque en la mayoría de los hogares, desde los más humildes, te encuentras un aire acondicionado, es algo necesario», le dice a BBC Mundo Sabrina Martínez, una marabina preocupada porque el racionamiento de Colombia aumente los cortes de luz en su ciudad.
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